UN DÍA EN LAS CARRERAS
Era una cosa obvia. Sabía que la proximidad de uno de los históricos autódromos a mi nuevo entorno sería algo irresistible. La propuesta de pasar un día en las carreras es una cosa que siempre me había interesado, simple curiosidad quizá, pero teniendo Monza en el objetivo era una experiencia que había que vivir.
Como viene siendo habitual, esta aventura es algo que no se puede vivir en solitario y ¿quién mejor que Sergio (siempre él) para hacer de guía espiritual en este viaje?
El circuito de Monza es todo un clásico dentro de las carreras. Se encuentra en las afueras de la ciudad de Monza, próxima a Milán, en el interior de un inmenso parque que, según el canario, es un auténtico bosque en el que una vez dentro cuesta trabajo encontrar la salida. Él lo conoce bien porque vivió en esta ciudad su primera etapa milanesa. Para olvidar.
Las carreras de coches son, sin lugar a duda, el punto de reunión de los más podridos multimillonarios de muchos kilómetros a la redonda, los que simplemente van a lucirse como simple escenario para un encuentro social, los curiosos como yo y los auténticos locos del motor.
Pues el tema es que como teníamos la entrada más barata y el circuito es totalmente llano, la cosa de ver la carrera como en la tele pronto se presentó imposible. Vamos, que no se ve un carajo. Así que entre birra y birra, carrerita previa y vueltecita, fuimos echando el día en espera del plato fuerte, la Fórmula 1. En este rato hubo carabinieri que nos invitaron a vino, españoles por doquier, más helicópteros que en "Apocalypse now" (¿o es que creíamos que los ricos van en coches? ¡los cojones!), y un ruido y olor a petroleo que no se ni tan siquiera describir.
Con este panorama "vimos" la carrera como pudimos. Los españoles Alonso y De la Rosa rompieron sus coches, y los cabrones de los italianos, todos aquí son de la Ferrari, se dedicaron a darnos por el culo. Vamos, lo de siempre.
Para colmo de males en uno de mis intentos por gatear a algún sitio donde poder ver algo, perdí o me robaron la cartera, así que el día en las carreras será recordado por el maravilloso día que me dio por ir a "Mojonza". Ahí queda eso...
1 Comments:
Me encanta la foto, de verdad, Juanlu, pa que vamos a engañarnos... Un tío paseando la camiseta del indestructible Córdoba CF por Monza, animando a Alonso y De la Rosa en medio de un mar de banderas rojas post-comunistas de Ferrari y bebiendo cerveza a cara perro... un tío fotografiándose con la poli con un anuncio del banco CagaSur del cura banquero más famoso después de Judas...
Impagable, de verdad, ya la he pasado a papel y enmarcado como se merece. Diez points, pae. Paella navideña, que te la pago yo, qué menos.
10:00 p. m.
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